Día lunes en la mañana. Vamos saliendo de
nuestra casa y típico se nos pierde las llaves, el celular, la tarjeta bip, o
justo aquel documento que necesitamos llevar con
nosotros. O peor aún, olvidamos esa cita importante y terminamos duchándonos y
vistiéndonos en tiempo récord para llegar a tiempo.
Problemas cotidianos, para varios de
nosotros, relacionados con nuestra memoria: aquella función del cerebro que
permite al organismo codificar, almacenar y recuperar la información de nuestro
pasado.
Una habilidad imprescindible que, sin embargo,
con el paso de los años y gracias a la dependencia tecnológica, hemos perdiendo
paulatinamente, causando en algunos casos desánimo, depresión o ansiedad. Por ello,
es importante comenzar cuanto antes a ejercitar nuestro cerebro
Además de estimular nuestro cerebro a diario,
existen algunos alimentos que nos pueden ayudar especialmente a potenciar nuestra
memoria.
Como mejorar la memoria: Aliados en la cocina!
La nutricionista Fernanda Pérez recomienda consumir:
Maca: Esta raíz andina, utilizada como remedio
natural por los Incas, aumenta nuestra circulación cerebral, mejorando la memoria
y la concentración. Además es un excelente energizante físico y anímico. Se puede
conseguir en polvo, siendo útil para incorporar en una gran variedad de recetas
como infusiones, batidos, sopas, barritas energéticas, etc.
• Es un energizante natural para la mente:
El fósforo que contiene nos ayuda a despejarnos y mejorar el rendimiento mental,
fundamental sobretodo en trabajos de mucha concentración o época de exámenes.
• Alivia el insomnio: Tiene propiedades sedantes
que ayudan a relajar los nervios, de modo que si no puede dormir por culpa del
estrés o de mucha tensión, podrá dormir mejor.
• Haga una mejor digestión: Gracias a su alto
contenido en fibra, mejora la digestión cuando se ha comido abundantes
cantidades de comida, así como también le ayudará a combatir problemas como la
diarrea o el estreñimiento.
Nueces: Su forma de cerebro ya nos indica
una de sus propiedades fundamentales. Este alimento posee polifenoles, propios de
la cultura y la dieta mediterránea, asociados con una mejor puntuación en pruebas
de memoria y en la función cognitiva. Ideales para mejorar nuestras capacidades
cognitivas y prevenir el estrés oxidativo de las células. Además, son ricas en
fibra y antioxidantes, importantes para prevenir enfermedades cardiovasculares.
Espinacas: Gracias a su alto contenido de
minerales, vitaminas, pigmentos y fitonutrientes, ayuda a mantener la
conductividad eléctrica del cerebro, ayudándonos a
pensar de forma más clara y responder así,
de forma más veloz. Su aporte de antioxidantes bloquea la acción de los
radicales libres en nuestro cuerpo; toxinas producidas por el organismo que
dañan las células y pueden provocar cáncer, infarto y enfermedades coronarias. La acumulación de estos elementos en el cerebro está asociada al declive mental en la tercera edad e incluso podría ser una de las causas de los síndromes de Alzheimer y Parkinson.
¿Es importante consumir
agua?
Sin duda alguna, la
hidratación influye en el rendimiento mental. Si no se bebe lo necesario, puede
disminuir nuestra capacidad de memoria a corto plazo, también afecta al funcionamiento
de nuestro cerebro y empeora el rendimiento intelectual en funciones de atención,
repetición, la concentración y la capacidad visual. La especialista recomienda
ingerir entre 2 y 2,5 litros diarios, incluyendo té, aguas de hierbas, jugos de
preferencia light, sopas y consomés.
CONSEJOS DE LA NUTRICIONISTA:
En función de salvaguardar el buen desempeño de nuestro
cerebro, debemos evitar consumir ciertos alimentos, como:
Azúcares: Aquellas personas que consumen muchos dulces y
tienen un exceso de azúcar en sangre son más propensos a sufrir a largo plazo
problemas neurológicos, afectando la memoria y la capacidad de aprender.
Cafeína: Es cierto que ayuda a estar alerta; sin embargo,
puede provocar dolor de cabeza, aumentar los niveles de ansiedad y trastornos del
sueño. Consumirla en altas dosis puede provocar alucinaciones, confusión y, en
casos extremos, la muerte.
Comida procesada: Este tipo de alimentos contienen
grandes cantidades de azúcar, fructuosa, sodio y grasas trans; los cuales afectan
el sistema nervioso central y elevan el riesgo de trastornos
neurodegenerativos, como Alzheimer.
Sal: La sal puede jugar una mala pasada en nuestra salud.
Según un estudio publicado en Neurobiology of Aging, las dietas altas en sodio
y la falta de ejercicios están directamente relacionados con una disminución en
la función cognitiva.
M. Fernanda Pérez
Nutricionista
Univ. de Las Américas.
Instagram: @nutri_fer_
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